Última parada, el intestino grueso

Viajando por nuestro sistema gastrointestinal

El intestino grueso es la última estación que vamos a parar en este viaje exprés por la digestión.
Está formado por cuatro estructuras: el ciego, el colon, el recto y el ano. El como si fuera un contenedor de residuos recibe las sustancias indigeribles del intestino delgado, absorbe el agua y deja los productos de deshecho: las heces. Éstas se almacenan hasta ser evacuadas del cuerpo a través del recto y finalmente del ano. Y directitos al baño!

¿Cómo se conectan el intestino delgado y el intestino grueso?
A través de la válvula ileocecal, ésta se encarga de evitar que las heces fecales se devuelvan al intestino delgado. Es una estructura que en Osteopatía visceral manipulamos muchísimas veces.
Es en el intestino grueso donde vive nuestra FLORA INTESTINAL (La microbiota), colonia de microorganismos, que habitan en simbiosis con el hombre, las cuales se encargan de descomponer los alimentos aún más.

¿Cómo podemos ayudar a nuestro intestino grueso a expulsar las heces?
Pues empezando la casa por los cimientos, es decir, iniciando la digestión masticando bien y prepararnos así el terreno . Incluir una dieta rica en fruta, verdura, proteína, de calidad, fibra y abundante agua para ayudar a limpiar al cólon y por supuesto movimiento en nuestro estilo de vida.

Así que, como hemos visto es fundamental una buena alimentación para nuestro cuerpo. Será la materia prima para encontrar la salud.
Ya lo decía Hipócrates: “Que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento” y no podría estar más de acuerdo.